El Internet que queremos, una experiencia chiapaneca

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13 junio, 2013
sursiendo

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Reflexión de Leonardo Toledo Garibaldi para Sursiendo sobre el proceso ciudadano de discusión y construcción sobre un Internet social y lo que nos queda por hacer en Chiapas

1. Del internet que nos construyen

Hay una sensación de amenaza, ominosas señales que quedan registradas en las palabras de los participantes del Foro Internet Libre por Chiapas. Ellos vienen de muchos lados, no geográficos pues la mayoría es de Los Altos, sino de lugares en el mundo, de lugares desde donde miran: cineastas, artesanas, estudiantes de posgrado, empleados de gobierno, profesionales del internet, profesionales de la política (subdivididos a su vez en sus subdivisiones tradicionales), fotógrafos, periodistas, feministas, diseñadores, promotores del software libre, promotores de la cultura libre, cooperativistas, actrices, oenegeros, investigadoras, burócratas. Les pedimos imaginar el internet, prospectiva a cinco años de la red de redes desde sus muy particulares ventanales, y nos entregan un panorama lúgubre y a la vez repleto de promesas.

Lo que quieren que sea, en parte se construye en contraste, a partir de lo que ya no quieren que sea.

En manos de los gobiernos y sus regulaciones ahora tenemos el Internet del espionaje, de los datos personales a la venta, de nuestros perfiles a merced de la mercadotecnia. También nos han dado el Internet de la segregación, de la discriminación, del pensamiento único, del color único, de la lengua dominante y la estética esclava de la demanda. Mientras los diputados de Nuevo León demuestran que no tratarán de entender, en tanto su garrote les permita callar todo lo que les perturbe, ellos mismos y el resto de los gobiernos estatales permiten racismos, misoginias y violencias, con su omisión de impulsar equilibrios ante el impulso del Internet comercial. El temor del político tradicional ante lo desconocido alcanza niveles sorprendentes, increíbles.

Como Guille ante la tortuga, incapaz de pronunciar su nombre tal como le indica Mafalda, prefiere patearla antes de hacer un esfuerzo mayor.

Mafalda
de Quino

Ese Internet de hoy, que las regulaciones y la falta de acción de todas las instancias de gobierno han permitido que sea dominado y decidido por voraces proveedores, sociedades de autores, vendedores, datatraficantes y especuladores que dejan en la indefensión a navegantes de a pie. Este Internet donde los activistas y líderes de opinión incómodos al poder son perseguidos, calumniados, incriminados, silenciados. El Internet de hoy nos permite consumir en silencio, pero sólo productos autorizados.

2. Del Internet que queremos

Algunos llevamos muchos años viviendo en Internet. Sabemos lo que hay (pretendemos saber), sabemos lo que le hace falta al Internet del futuro (pretendemos adivinar), sabemos lo que la gente del otro lado de la brecha digital necesita (pretendemos conocerlos). Para construir la iniciativa de reforma de la Constitución local del estado de Chiapas decidimos —al interior de la provisional asamblea local de Ciudadanos Chiapas 2.0— no escribirla apoyados en nuestras pretensiones, sino hacer el difícil ejercicio de preguntar y luego asumir las respuestas como propias.

Así, construimos una iniciativa ciudadana de Internet no basados en nuestros saberes y deseos, sino que salimos a buscar expectativas y necesidades en un grupo más amplio, y decidimos usar nuestra experiencia (y experticia) para darle forma y seguimiento. O algo así. Luego ya sería tarea de abogados y legisladores darle la forma y el procedimiento.

¿Qué quieren los internautas chiapanecos?

Una primera diferencia, distinción, frente a otras iniciativas y propuestas, fue que el acento en la adquisición de tubos y cables (la “conectividad” y la banda ancha) está acompañado por otras prioridades, urgentes ante el contexto reciente de la región:

-La necesidad de prevenir la persecución y ataques a la libertad de expresión

-El uso de internet para el ejercicio de derechos (educación, salud, información, participación política, ocio), ampliando el alcance del gobierno electrónico

-La exigencia al Estado de promover usos sociales entre la población, alternos al internet comercial

-Impulso y fortalecimiento de la presencia de las culturas locales en la www

Todo esto fue establecido en más de 250 puntos escritos en 140 pequeñas tarjetas que contenían acciones posibles, necesidades concretas y legislaciones necesarias, agrupados en siete conjuntos de derechos. 250 posibilidades de transformar el internet desde Chiapas.

3. Del internet que seremos

eduteka.org
eduteka.org

La iniciativa de reforma constitucional resultó poco. De esos 250 puntos, alrededor de 10 fueron las utilizadas para la argumentación de la propuesta. Otras servirán de insumo para las legislaciones secundarias, y deberán entrar al regateo de artículos, apartados y partidos.

Ante ello, se separaron las propuestas en tres bloques: las que eran materia de legislación, las que entraban en los ámbitos de responsabilidades del ejecutivo (federal, estatal o municipal) sustentadas en leyes ya existentes y por último aquellas necesidades-propuestas-expectativas cuya responsabilidad o posibilidad de realización recaía en las manos de los propios ciudadanos. Cerca de la mitad de esas 250 propuestas resultan ser acciones que puede (debe) llevar a cabo la propia sociedad. Eso nos llevó a pensar que más que una propuesta ciudadana, dependiente de leyes y negociaciones partidistas misteriosas, es una propuesta comunitaria, donde el interés del individuo no pasa por encima del interés colectivo sino que se construyen en paralelo. Proponer leyes usando las herramientas del Internet es, en sí, la puesta en práctica del ejercicio de nuestro derecho a la participación política (haciendo uso del Internet, aunque suene redundante).

Basta echarle un ojo a las propuestas surgidas de la reunión de internautas de San Cristóbal de Las Casas para ver que es más efectivo ir siendo nuestro propio Internet antes que esperar frutos del cabildeo y la antesala: participar en la discusión sobre la legislación; compartir la información, conocimientos más allá de la educación oficial; denuncias ciudadanas de servidores públicos corruptos; creación de redes ciudadanas; dar a conocer propuestas de programas; proteger la diversidad cultural; crear herramientas propias desde nuestra diversidad; reivindicar esa identidad y enseñar a protegerla; crear comunidades virtuales, enlaces comunitarios; generar información; gestionar medios informativos; publicar conocimientos propios; fomentar y debatir el contenido de calidad; comunicarse con otros usuarios; ver películas creative commons; en fin, la construcción de un Internet creativo, divertido, entusiasta y compartido.

Descubrir que para construir buena parte de ese Internet que queremos no hace falta que la ley lo diga, o que las instituciones de gobierno instrumenten programas específicos, o que alguna agencia internacional financie nuestro proyecto… hace falta hacerlo, construirlo. Que la comunidad tome la plaza es la vía más corta para que la plaza sea de la comunidad.

Leonardo Toledo Garibaldi es @leonardotoledo para @Sursiendo